sábado, 11 de diciembre de 2010

VACÍO HÚMEDO



Estoy atada a un beso, atada a cualquier dependencia
Algo lógica, algo absurda,
Atada a una despedida cansada de botarme…


Espero sentada en un sueño
que confabula con las piedras un dolor,
no hay peor dolor que esperar siempre lo que sabes
que nunca va a llegar,
y no hay peor sueño que el que se talla en un árbol,
ni peor piedra que la que empieza a nacer en el pecho de
tanto esperar en silencio…


Me siento mezclada con las hojas viejas pisadas por suelas
cansadas de partir a todas partes para volver de prisa y con miedo,
mezclada con las mujerzuelas que deja el tiempo atado al corazón
cansado de estar atado,
huyo constantemente de mi olor a cementerio,
huyo de mí, para llegar por fin a probar la muerte…


Tengo un vacío que juega entre tu garganta y la mía,
que juega con mi despertar, y con el atardecer de tu cuerpo,
un vacío incompleto porque todavía estás tú y tú estás a medias,
sigo medio viva o medio muerta, no lo sé,
pero me conformo con saber que tengo un recuerdo
que vive conmigo aunque muere siempre en cada luna.
Vacío húmedo que abrió su primera vena.

jueves, 9 de diciembre de 2010

DESAHOGO

Antes de que empieces a leer recomiendo a quien moleste el agridulce fruto de mis torpes dedos no leerme. Se ahorrará tiempo que puede ocupar en hacer cosas que le traigan más alegría. No me paren tanta bola. Yo no soy importante, por favor.
Me han dicho algunas veces que los amigos se conocen en los malos momentos y hasta hace poco lo creía... Bueno, yo pensaba que si, pero ahora creo que no es tan cierto y por ello pondré lo que pienso no para que estén de acuerdo conmigo, simplemente porque necesito desahogarme. Los amigos (y las amigas) son quienes de verdad pueden celebrar contigo, con auténtica alegría (sin envidia ni mucho menos interés), tus buenos momentos. Son quienes se alegran contigo por tus éxitos, tu felicidad, es más te ayudan a conseguir ese éxito. De verdad.
Para llorar...hay muchos, muchas...que gozan de tus lágrimas porque les permiten sentirse un poco menos mal de sus propias desgracias y dolores...
Hay gente que hipócritamente en cuanto tienes un problema o estás mal, “corre” en tu auxilio, aparentemente, pero lo que busca es sentirse necesario, necesaria, justificar su existencia a través del dolor tuyo...pero la verdad es que en el fondo lo que quiere es gozar de verte mal. Sentirse menos mal personalmente porque tu “pobrecita” estás peor.
Ah...y eso no es todo, no que va, lo primero que hace es ir a contarle a alguien, generalmente su familia, la forma en cómo actuó de samaritano (o samaritana), hablar de ti con voz lastimosa y chismear, sí, CHISMEAR, acerca de lo mal que estás.
He conocido gente así de la que me he ido alejando poco a poco entendiéndole esas prácticas...y para mis amigos hombres les digo que no solamente son mujeres las que he conocido, a veces tengo la ligera sensación de que los hombres son un poquito más discretos pero nada más, al final igual terminan soltando la sopa a alguien. Luego no entienden por qué los ignoro y no los llamo, o no los veo, o no los busco, o no les devuelvo llamadas o mensajes al celular: “¿pero Alis tienes mensajes ilimitados por qué no me contestas??, ¿por qué eres ingrata??”... es que acaso no entienden que me dan pereza!!, sí quizá sea cierto que soy demasiado “especial”, hablo según algunos o algunas, más de la cuenta, pero es que mis dedos parlanchines sólo intentan ser honestos, ya me conocen que de calladita no tengo ni la facha y cuando me ebulle un sentimiento, la emoción, la corazonada o la necesidad apremiante de querer decir algo simplemente lo digo, además estoy segura que la mayor parte de la gente piensa lo mismo que yo pero no se atreven a expresarlo, como siempre digo: a veces dejamos de escribir nuestros pensamientos y no porque faltan plumas sino porque sobran miedos.
Bueno lo triste de todo esto, es que la cosa es bastante usual, y entonces de repente estás contenta y quieres celebrar y pegar brincos por lo que consideras una maravilla, un éxito en tu vida...y queda poca gente que brinque contigo...
Raro.
He tenido muchos hombros para llorar, pero pocos para celebrar. Últimamente.
Es raro.