Un mal de los ecuatorianos, ya conocido, es el olvido instantáneo de nuestros errores; quizá para apalear la grave situación que hemos enfrentado durante estos últimos 10 años esta sea una forma de hacer caso omiso del sufrimiento; sin embargo, es también una forma de seguir augurando los mismos errores a nuestras futuras generaciones.
Por este motivo, considero que es preciso tomar una dosis de memoria para revisar nuestro pasado, desde aquel 9 de enero del 2000 cuando el entonces presidente Jamil Mahuad fijó el valor del sucre a 25.000 por dólar recordando que la dolarización fue presentada no sólo como la única alternativa existente, si no como la gran solución para resolver los males de la economía ecuatoriana...
En el Ecuador, lo único estable es la inestabilidad política: En este tiempo se han sucedido siete presidentes - tres de ellos derrocados y cuatro interinos- y una de las crisis económicas más graves de la historia ecuatoriana, 39 ministros de estado, 1200 jefes, el sector privado ha sido duramente atacado separando a los ecuatorianos sin admitir su culpa por no haber hecho nada anteriormente desde 1978, ridículamente buscan culpar a los empresarios por poseer dinero. Si sacamos un resumen de los casi 30 años podemos ver que no hay más que inseguridad, la economía se ha triplicado pero porque ha incrementado el precio de un producto que es el que más produce el país: el petróleo, pero qué hay del sector privado?.
Si esperábamos que de un día para otro la economía cambie, que la situación mejore, pues lamentablemente hay que despertar, lo único que ha pasado es que se ha dado mayores facilidades para el consumo. No se puede hablar de crecimiento económico si vemos que solamente son cuatro las empresas que manejan la economía y no precisamente las privadas, ese dinero que incentiva el gobierno mediante su política de gasto permanente hace que sean otros países los que disfruten de ello mediante las importaciones, cuál es el resultado de la subida de aranceles? Que no hay el resultado esperado!!, aquí falta una variable importante y olvidada: la seguridad; faltan leyes del gobierno que brinden seguridad, como el Mandato 8 donde se sepultó la tercerización, a pesar de que no estoy de acuerdo del todo con que se haya suprimido el trabajo por horas, actualmente los anuncios del aumento salarial podría causar un aumento del desempleo; el cambio permanente en el discurso del gobierno, discusiones en contra de las instituciones, manifestaciones, etc. Ahí tenemos a Colombia y a Perú que a pesar de todos sus problemas la inversión directa llega a 9 mil millones vs Ecuador que no llega ni a los 600 millones. El Indice de Gini calculado por el SIISE demuestra que el 20% de los hogares más ricos recibe el 47,9% del ingreso per cápita mientras el 20% más pobre recibe el 5,4%. El consumo es ligeramente mejor distribuido; sin embargo, la diferencia entre los ricos y los pobres sigue siendo inmensa; pues el ingreso per cápita promedio del decil más rico es 14 veces mayor que en el decil más pobre, lo que todavía exige que la sociedad se preocupe, más, cuando habría que sumar a la población rural que tiende a concentrar la mayor incidencia de pobreza.
No podemos pensar en que debamos dejar que la economía caiga en picada como en 1999 para reaccionar, hoy sin duda alguna todos debemos hacer algo para levantarnos, debemos proyectar nuestro futuro en el mediano y largo plazo, pero sin un acuerdo nacional en el que se junten todos los sectores, especialmente los sectores productivos: agrícola, ganadero y construcción nunca se podrá hacer una concertación como la que se vivió en Chile. Si no hacemos nada no tenemos un fundamento para organizar una agenda nacional.
Todos sabemos los problemas que hay, pero ¿qué decisiones debemos tomar para que a pesar de todos estos problemas y mediante este sistema democrático podamos dar el paso para caminar del tercer mundo al primer mundo?; debe existir liderazgo de todos para convertir el pasado dramático en un futuro claro, el momento en que hagamos eso habremos hecho algo por nuestra Patria.
No es fácil, al contrario es muy difícil pero esa es nuestra labor como profesionales, es fácil sentarse y ver el triste panorama económico y político que nos rodea pero también hay que creer que el cambio está ahí y proponer soluciones para así comenzar a vivir con mayor tranquilidad nuestro presente y futuro.
